jueves, 4 de octubre de 2018

Entrevista al director musical Alejandro Roca


La importancia de la música en la zarzuela "Los Gavilanes"


Fotografía del archivo del maestro Alejandro Roca

Los Gavilanes es una exitosa zarzuela que se estrenó en España en los años 30 del siglo XX, y es considerada una de las obras más relevantes del gran compositor español Jacinto Guerrero y su compatriota, el guionista José Ramos Martín.

Una historia de amor, exilio y dinero que casi un siglo después, sigue vigente. Por eso en el mes de octubre de 2018 en Bogotá se presenta la obra en el Teatro Colón y el público tiene la oportunidad de apreciar las interpretaciones de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia y el Coro de la Ópera de Colombia bajo la dirección musical del maestro Alejandro Roca; junto a las actuaciones de Cristina Faus, César San Martín, Nancy Rodríguez, Carlos Cárdenas, Manuel Franco y Karoll Márquez, con la dirección escénica de Ignacio García.

Sin duda, la música en la zarzuela tiene gran protagonismo, y por tratarse de un género que mezcla teatro, canto y música, la dirección musical requiere de un trabajo preciso y minucioso que aporte a la trama y narración de la historia.

En esta entrevista, el director musical Alejandro Roca, nos explica el enfoque contemporáneo que tiene esta gran historia.

¿Cuál es el papel de un director de orquesta dentro del montaje de la zarzuela?

El papel del director de orquesta, que al mismo tiempo es el director musical, es tener un concepto claro sobre lo que quiere de la obra, del significado que tiene y del resultado musical que quiere con anterioridad.

Es unificar criterios; cada una de las personas que hacen parte de esta obra tiene una idea, cada uno es un artista, tiene una personalidad y una idea de lo que debe ser la obra;  por ello, la labor del director, en este caso musical, es unificar criterios y llegar a un tipo de acuerdo en común de lo que queremos, de cómo queremos cantar una frase, de cuál es la dinámica, el color y el matiz específico que tiene cada frase, tomando por supuesto las iniciativas que vengan de los solistas, de la misma Orquesta pero unificado para que tenga unidad de criterio.

Además debe tomar decisiones; creo que es importante, tiene que haber una persona que tome las decisiones finales y que decida que se va hacer, de esta manera, hay que tener un concepto claro y sobre todo oír a los demás para llegar a crear acuerdos muy importantes.

En el caso de Los Gavilanes ¿nos puede describir brevemente de qué trata esta zarzuela y cómo incide la música en esta producción?

Esto es una zarzuela de las clásicas, súper tradicionales, de las más representadas del repertorio de la zarzuela y trata la temática de una persona que salió de su pueblo por necesidades económicas, se vino a américa, fue al Perú a hacer dinero y vuelve a su pueblo cargado de riquezas y encuentra no solamente a su amor de infancia, sino que también a su hija, entonces se enamora de la hija de su amor de infancia, lo que generó el rechazo de su pueblo.

Ésta es digamos, la trama principal, que por supuesto trae consigo uno de los muchos de los temas que hemos querido resaltar con el director de escena que son el tema de la inmigración, el dinero, el poder, son temas prioritarios. Hemos hecho una versión muy centrada; de estos temas y hemos sacado muchísimas historias paralelas que habían, costumbristas, chistes de la época, cosas que no se entendían mucho y que distraían de ese gran drama principal y de ese gran elemento que es el volver, la nostalgia y reencontrarse con su pueblo en una situación diferente.

La música resalta esto todo el tiempo, es una música profundamente lírica melódica con temas que se repiten en todas la zarzuela, algunos personajes tienen sus melodías, la copla del tenor que cuenta un poco de manera metafórica el tema de “cuídate palomita que viene el gavilán”, haciendo alegoría a lo que pasa con Rosaura y Juan, entonces son cuatro o cinco melodías muy reconocibles que el público se va a ir cantando al final a la casa porque suena todo el tiempo y que reflejan cada situación en una música profundamente teatral.


Foto sacada del archivo del Teatro Colón

¿Cómo es la participación de la Sinfónica en esta zarzuela?

En esta, y en todas, por supuesto, la Orquesta es un elemento prioritario porque es un elemento constante.

En esta producción aún más porque hemos recortado la parte de diálogos al mínimo, entonces prácticamente todo el tiempo, de la hora y cuarto que dura el espectáculo, toca la Orquesta, sea como actor principal o como acompañamiento de los diálogos, porque hemos distribuido los diálogos en su gran mayoría con fondos de música orquestal.

Es una música profundamente melódica y pegadiza pero la ventaja de tener una orquesta del nivel de la Sinfónica Nacional es que se puede oír esto interpretado al más alto nivel. La zarzuela durante mucho tiempo se hizo en algunas condiciones difíciles donde no siempre había orquestas muy buenas; pero la calidad de los solistas y de la orquesta que tenemos hace que la música realmente cobre el realce que se merece, con lo cual, yo creo que la Orquesta es un gran protagonista porque está tocando prácticamente desde el primer minuto hasta el final.

Cómo director musical ¿cuál es su mayor reto en esta producción?

Yo creo que el mayor reto desde el punto de vista musical y también escénico ha sido contar la historia de una manera como la creemos que es, una historia mucho más profunda;  un poco filosófica, un poco melancólica, quitando un poquito de la parte folclórica, un poco pachangera que puede tener en algunos momentos.
Hemos querido darle a todo un carácter mucho menos acentuado y mucho más lírico, mucho más melódico, de alguna manera un punto más reflexivo y más nostálgico; entonces para muchos de los integrantes del Coro, de los solistas, de la misma Orquesta que la habían tocado antes, es enseñarles un poco otra visión, otra manera de tocar las mismas notas sin cambiar nada pero mostrarles que hay otras posibilidades de articulación, de dinámica, de fraseo que también funcionan para esta música y que le dan un carácter como digo, más intimista y reflexivo.

Siendo un género lírico-teatral musical que entendemos tiene más de 120 personas en escena; casi 70 músicos de la Orquesta ¿cuéntenos cómo se logra la sincronía entre un director musical y un director de escena?

Es buena pregunta; yo creo que en esta producción, como debería ser en todas pero no siempre se cumple, hay muy buena sintonía, ante el director musical que soy yo y el director de escena que es Ignacio García, hablamos muchísimo previamente, desde hace casi un año que estamos hablando de que queríamos contar, cómo lo queríamos contar, de cómo queríamos hacer la versión, de cómo nos imaginamos cada escena desde el punto de vista  visual, que es él como director de video, y el punto de vista de audio, que sería yo, y cómo se compaginaba; entonces llegamos a muchos acuerdos, inclusive, durante el periodo de ensayos también hay cosas que hay que decidir cómo hacer, creo que hay muchas conversaciones allí.  

Lo siguiente es saber que esto es un tipo de montaje que se ensaya por partes, o sea, primero uno trabaja, por ejemplo, solo con los solistas sólo con el piano, luego con el Coro solo junto al piano, se trabaja con la Orquesta sola al principio y luego va como juntando fuerzas, lo mismo el director escénico, él trabaja previamente con el escenógrafo y la diseñadora de vestuario para ver que concepto quieren, se mandan bocetos, luego empiezan a ver texturas de telas, de colores, es un trabajo que se hace al principio muy separado y en las cuatro o cinco semanas finales se va juntando todo poco a poco, como dije yo, con un criterio y con una dirección, pero la idea es también respetar la personalidad de cada uno de los integrantes.


Foto tomada del archivo del maestro Alejandro Roca.

Cuando la gente asiste a la zarzuela Los Gavilanes ¿qué momento musical considera usted más importante?

Yo creo que son muchos pero yo recomendaría especialmente el final del segundo acto, que tiene mucha fuerza porque es la parte donde el pueblo rechaza el hecho de que esta persona pretenda comprar todo con dinero y ellos, de una manera muy enérgica, con toda la masa coral en un gran concertante lleno fuerza, le expresan su rechazo a esta persona que de alguna manera viene a querer comprar hasta los sentimientos con dinero, es un momento emocionalmente súper fuerte y que desencadena rápidamente en el final de la obra que no voy a contar (risas).

¿Por qué vale la pena asistir a este evento?

Yo creo que vale la pena asistir porque primero, es un título conocidísimo de la zarzuela, que le gusta a todos los públicos tradicionalmente, o sea, la gente que antes ha visto ‘Los Gavilanes’ va a reconocer toda la música y va a ver una nueva versión y una puesta en escena que no tiene nada que ver con las versiones que se han visto anteriormente de la misma. Y las personas que no, tienen primero, la oportunidad de conocer el Teatro Colón que es maravilloso y segundo, encontrarse con una obra compacta que dura solo una hora y cuarto que puede ser una manera muy interesante de aproximarse al género. Es completamente en español entonces vale la pena porque es algo que estoy seguro que va a enganchar de principio a este género y va a servir como puerta para ver otras obras después.

Son cinco funciones en una semana: desde el 29 de septiembre hasta el 7 de octubre en el Teatro Colón de Bogotá, donde ‘Los Gavilanes’ intentaran deleitar al público con esta historia.



1 comentario:

  1. Es una obra realmente hermosa,muy bien realizada y que te mantiene todo el tiempo sin pestañear por no perderse ni un segundo de la misma.,en verdad mil felicitaciones ....maravillosa obra, espectacular orquesta.

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