Entrevista Cara y Sello
Luis Eduardo Castellanos es violonchelista. Lleva más de 40 años en la Sinfónica y es uno de los músicos más antiguos de la Orquesta. Por su parte, Juan David Arias es flautista, ingresó en enero del 2017 y es el músico más reciente de la familia sinfónica.
Foto: Karen MaldonadoHoy conoceremos las dos caras de la moneda a través de sus visiones y experiencias. |
La Orquesta Sinfónica Nacional de
Colombia agrupa más de 70 músicos. Cada uno da un aporte esencial desde su
profesionalismo y su carácter para que esta importante entidad pueda ofrecer
conciertos de la más alta calidad.
Se presentan aproximadamente 70
músicos por concierto, es decir 70 historias de vida más allá del traje formal
de los eventos. Conocer quién está detrás de cada instrumento permite
entender cuál es el color que cada
músico ofrece en su interpretación y conocer quiénes integran a esta querida y
respetada entidad musical.
La Orquesta Sinfónica Nacional de
Colombia es una entidad que promueve la música y la formación musical, que
conserva talentos y descubre jóvenes potenciales. Un lugar donde llegar y donde
quedarse.
En esta oportunidad, en nuestra
sección Cara y Sello, continuamos con nuestro propósito de acercarnos al mundo
de los integrantes de la Orquesta, razón por la cual hablamos con Luis Eduardo
Castellanos y Juan David Arias, dos
músicos que precisamente viven la
Orquesta desde diferentes perspectivas.
La forma como cada uno se convirtió
en músico y llegó a la Orquesta es una historia de contrastes, no solo por la
diferencia generacional sino también por sus historias de vida que amablemente
comparten en esta entrevista que se acerca a su mundo, a sus recuerdos y cómo
no, a sus consejos.
¿Cuándo supo que quería ser músico?
Juan David Arias: Bueno, yo realmente desde muy pequeño estuve ligado
a la música, puesto que mi mamá es cantante, entonces por aprendizaje, al verla
cantar, comencé a acercarme a la música, fue mi primera interacción con ella.
¿Ella es cantante de qué?
Ella es cantante empírica, pero
es súper afinada. No tiene ningún género definido, no es cantante lírica ni
nada, simplemente canta música normal, música comercial, pero ese fue el
ejemplo que tuve desde pequeño; verla cantar y así fue que comencé yo en la
música.
¿Cómo llegó a su instrumento?
LEC: Como venía diciendo, yo era muy pequeño, no era muy alto ni
corpulento, mi profesor Cuarto Testa me dijo que con esa contextura que tenía
podría manejar algunos instrumentos que venían en medida más pequeña para la
iniciación de los niños, me dijo que había un violonchelo que se podía
recuperar y fue así que inicié.
JDA: Yo estudié en un colegio en Manizales que tenía banda musical
de vientos. Mi mamá era profesora en ese colegio e inicialmente entré a
estudiar ahí por mi mamá. Desde que entré tuve la inquietud hacia la banda,
como era tan pequeño, estaba en tercero de primaria, no pude ingresar porque
todos los instrumentos eran grandes para mí, ya cuando estuve un poco más
grande, logré entrar.
Quería ser trompetista porque era
un instrumento llamativo para mí, sin embargo, lo primero que me dieron al
llegar a la banda fue una caña
de oboe, no
tuve mucho “feeling” con el
instrumento porque ni siquiera sabía qué hacía, pero el destino me puso junto a
los flautistas y así aprendí a conocer el instrumento. Cuando solicité el
cambio de instrumento no había vacantes y casualmente había una persona que
quería tocar saxofón, un saxofonista que quería tocar oboe y yo, el oboísta,
quería tocar flauta, así fue que pude acercarme al instrumento por primera vez.
¿Cómo llegó a la Orquesta?
LEC: El objetivo en esa época era
aspirar a tocar en la Orquesta Sinfónica porque la carrera como solista era muy
complicada, yo pensaba en salir a estudiar a otra parte, fuera del país, pero
justo en ese momento había una vacante para violonchelo en la Sinfónica, tenía
20 años entonces y mi profesor, con el que me había estado preparando durante
las vacaciones, me preguntó si estaba interes ado y ya que nos habíamos estado
preparando, le dije que sí y me vine para Bogotá, presenté el examen, ingresé y
me quedé acá en la Orquesta.
¿Qué es lo más difícil de ser parte de la Orquesta?
LEC: Creo que lo más difícil
para uno como músico es no ser egocéntrico e idólatra, uno piensa más en
función de uno mismo. Dadas esas razones, lo más complicado es perder la
individualidad, pero a la vez conservarla, porque también es parte del
temperamento del músico, es necesario para la profesión estar convencido de lo
que haces, si no lo estás, es difícil convencer a otros y de eso se trata ser
músico, ofrecer un discurso que es musical, con una intención muy fuerte para
convencer a las personas que están escuchando.
JDA: Bueno, a nivel musical la
exigencia es alta, digamos que el repertorio que exigen tiene una complejidad
técnica y desde ese aspecto el hecho de mantenerte en forma es lo que siempre
cuesta, es decir, debes estar de manera constante practicando con tu
instrumento. Eso es lo más complejo.
¿Qué es lo más gratificante?
LEC: Hacer música. La respuesta
del público cuando uno hace conciertos, y aquí en Colombia, donde hace falta
una cultura musical más desarrollada, llegar a personas a través de giras o en
diferentes escenarios como el Teatro Colón, el Julio Mario Santo Domingo, Auditorio
Mario Laserna o el Auditorio Fabio Lozano, entre otros y ver su cara de asombro
y felicidad, de sorpresa y entusiasmo es algo muy bueno para uno como músico,
es satisfactorio. Vuelvo un poco a lo que decía antes, alimenta el ego y la
vanidad.
JDA: Lo más gratificante lo vivo
constantemente, llevo muy poco en la Orquesta, pero lo que he sentido en cada
concierto me llena de mucha alegría. La orquesta es muy, muy buena y toca
repertorios demasiado interesantes, como te digo, yo soy enamorado de la música,
la posibilidad de tocar sinfonías semanalmente es lo que me llena de mayor
felicidad.
¿Cuál sería su consejo para los músicos jóvenes que sueñan con ser parte
de una orquesta?
Foto: Karen Maldonado |
LEC: Los muchachos que están
estudiando música están abordando una profesión muy bonita, una profesión que
es de verdad, sería bueno que muchas personas se interesaran, pero requiere
disciplina y esto es lo más importante para alguien que comienza; la disciplina.
Todas las profesiones requieren disciplina, pero la música es más exigente. Si
no se tiene esa disciplina es muy difícil lograr algo importante, sin importar
el talento que se tenga. Es que la música es como el canto, uno canta sin ser
profesional, lo goza, lo disfruta, es algo que sale de uno, así mismo tiene que
ser la música. Vivirla con naturalidad, con esa frescura que se tiene que vivir
obviamente, repito, respaldado por el trabajo y la disciplina.
JDA: Bueno, realmente es posible,
muchas veces se suele pensar que estar en una orquesta de primer nivel como la
Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia es algo lejano, pero es más una
cuestión de convicción, de que sí se puede lograr. Obviamente, el camino no va
a ser fácil, como todo en la vida, pero lo importante es que se mantengan
constantes y tengan claro a dónde quieren llegar, si es el caso de pertenecer a
la Orquesta Sinfónica Nacional, que lo tengan siempre claro. Hay que estar muy
enfocado para lograr lo que quieres, como te digo, es un proceso difícil,
complicado, pero no imposible, es como una manera cliché pero verídica: si te esfuerzas, lo logras.
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