miércoles, 5 de diciembre de 2018

Cara y Sello. Entrevista a los músicos Roberto Milanés y Juan Jacobo Restrepo.


 Cara y Sello


Una orquesta sinfónica es una agrupación musical de gran tamaño que cuenta con varias familias de instrumentos, como el viento madera, viento metal, percusión y cuerdas. Entre ellos existe una gran variedad de formas, colores y sobre todo tamaños, desde el gran contrabajo al pequeño triángulo.


Aunque en la música sinfónica se interpretan instrumentos de gran tamaño, como por ejemplo el arpa, la tuba o el piano, aunque este último se utiliza más como instrumento solista, hay un instrumento que llega a ser el más grande instrumento tradicional de la orquesta y este es… el contrabajo.


Pero en la otra esquina se encuentra el triángulo, quizás uno de los instrumentos más pequeños junto a las castañuelas, que también hacen parte de la percusión, el más pequeño que posee una orquesta sinfónica.

Foto: Archivo OSNC/María Alejandra León

Es por ello que la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia entrevistó a los músicos Roberto Milanés, intérprete de contrabajo y a Juan Jacobo Restrepo, intérprete de la percusión de la famosa Orquesta Nacional.


Aquí conoceremos las dos caras de la moneda a través de sus visiones y experiencias.


Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia: ¿Qué lo motivó a ser percusionista?

Juan Jacobo Restrepo: Fue por un concierto; hace más o menos unos 15 o 16 años de uno de los primeros percusionistas profesionales que hubo en Cali, se llama Christian Martínez.

El dio un concierto pagando su beca Carolina Damas, en la Universidad del Valle y desde que vi esos instrumentos quedé matado, pues impresionado con las posibilidades. Par de años después empecé la cátedra en el Conservatorio de Cali y pues ahí arranqué.

OSNC: ¿Qué lo motivó a ser contrabajista?

Roberto Milanés: Bueno, realmente el contrabajo fue una casualidad como instrumento, yo estaba buscando tocar trombón o bajo. En ese entonces había una estrella para mí, era Oscar de León que era, para los que conocen, un contrabajo pero eléctrico, él toca el bajo baby, entonces yo siempre tuve la intención y la motivación fue por eso, por tocar el bajo eléctrico.

Yo quería verme como él, tenía esa visión con la salsa y este cuento. En ese entonces, lo más parecido que encontré en realidad fue el contrabajo y fue algo que me empezó a llenar porque no es solamente un instrumento acompañante, sino que también es un instrumento solista y lo vine a descubrir años después. 

OSNC: ¿Cómo aprendió a tocar este instrumento?

J.J: El triángulo, como casi todos los instrumentos de percusión menor, se aprenden en la práctica, no tienen mayor cantidad de recursos técnicos, lo aprende uno cuando se está haciendo práctica de grupo, de cámara o practica orquestal, ahí se aprende.


Roberto Milanés, contrabajista OSNC     Foto: Archivo OSNC

R.M: Bueno, yo entré al Conservatorio de música, me recibió el profesor Hernando Segura, el profesor titular de la carrera. Lógicamente siempre, durante los procesos, los compañeros de uno hacen una gran labor en cuanto a intercambiar información y toda la experiencia que esto implica.

Mi primer maestro fue el maestro Hernando Segura, después estudié con Alexander Sankok quien es un contrabajista ruso que todavía está en la Universidad Nacional y hasta hace un mes, casi, estuve en Estados Unidos estudiando.

Es algo que siempre se está estudiando, la música no para. Yo creo que uno nunca deja la música, si no que la música a la final es la que deja a los músicos atrás si no están ahí. 

OSNC: ¿Qué dificultades tiene interpretar este instrumento?

J.J: De pronto manejar las dinámicas, porque son instrumentos más sonoros y a veces o generalmente en las obras, el triángulo acompaña a las cuerdas que son instrumentos que se encuentran muy lejos de donde se sitúa la percusión, entonces aprender a atacar simultáneamente con las cuerdas, eso es como lo delicado pero es una cuestión más de práctica.

R.M: Realmente sería lo grande, como se ha visto es un instrumento muy grande, tal vez con un violín con abrir la mano ya vas a encontrar muchas notas, muchas posibilidades de registro y toda la cosa. Pero acá para hacer un tono en términos musicales hay que hacer un esfuerzo para hacer un tercero, una cuarta, una octava, todavía más, o si son más altas o agudas es mucho más esfuerzo.

OSNC: ¿Qué se siente ser parte de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia?

J.J: Pues fue mi sueño desde que empecé con la música, cuando era un niño. Mi sueño era ser músico y pertenecer a una orquesta y que mejor que la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

R.M: Realmente es un orgullo ser parte de la Orquesta Sinfónica Nacional, es como estar en la selección Colombia, tal cual, es algo que todo músico joven sueña y uno cuando esta viejo quisiera también aportar. Yo creo que es eso y buscar un legado, buscar una sonoridad, un aporte para la música, para todo. Hay muchas cosas ahí, incluidas, inmersas en esto de tocar para la Orquesta Sinfónica Nacional. 


Juan Jacobo Restrepo, percusionista OSNC     Foto: Archivo OSNC/María Alejandra León


OSNC: ¿Cuál es el papel fundamental de su instrumento en la Orquesta?

J.J: La percusión hace parte de la sección rítmica de la orquesta y tenemos dos funciones principales, ayudar mucho en dar un poco más de carácter a los diferentes requerimientos de la obra que se está tocando.

El resto de instrumentos de percusión tienen eso, aportan diferentes colores a la música; entonces un bombo puede enfatizar ciertos colores oscuros o graves de la orquesta.

Son instrumentos que no producen sonido como tal pero si son instrumentos que agregan calidad de color a la música, tenemos la posibilidad de tener todos los registros, desde un instrumento muy oscuro hasta un instrumento muy claro, como el triángulo o también los platillos. El triángulo también agrega eso, es curioso, siendo uno de los instrumentos más pequeños puede ser uno de los instrumentos más sonoros de todos porque en el registro que está no hay nadie que lo tape. Entonces es un instrumento que siempre va a sonar.

R.M: El contrabajo en la orquesta, es la base, es el fundamento, es como construir un edificio, sobre esas bases es que se va a construir un edificio alto, bonito, atractivo, es lo que uno quisiera y que se construye bajo esa base de los bajos.

OSNC: ¿Qué recomendaciones le gustaría hacerles a las personas que quieren ser intérpretes de este instrumento?

J.J: Les daría ánimo, que se acerquen, que estudien, pues hay muchas posibilidades. Algunos hemos tenido la oportunidad de terminar en una orquesta profesional pero la percusión es un instrumento que en esta época tiene un cantidad de posibilidades para cualquier interprete, yo los animaría, es una buena opción.

R.M: Escuchar música, le tiene que gustar la música en general. Muchas veces las personas se meten en el contrabajo para acompañar, creo que eso es una visión errada, tenemos que incluirnos en una fusión de sonidos que están en una constante evolución.

A veces los instrumentos que aparentan ser los líderes de una melodía, realmente están sujetos a volverse acompañantes. Yo creo que vale la pena que los jóvenes y los aspirantes al contrabajo escuchen música de todos los géneros porque hoy hay una línea transversal en la música.

Ya no es como antes que la gente decía: no, tú eres músico clásico o eres músico popular o rockero o salsero, lo que sea. Toda la música se encuentra unida, es algo único, el idioma universal, de hecho.

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