Diversos estudios han demostrado los beneficios que tiene la música clásica en la salud
cardiovascular, dejando ver el impacto positivo que poseen las composiciones de
esta corriente musical en las enfermedades cardíacas más comunes.
Obras de
ópera y música clásica como La Traviata de
Verdi, la Novena Sinfonía de Beethoven y la Cantata 169 de Bach, fueron usadas en un
estudio realizado por la Universidad de Pavía (Italia) en el
que se determinó que tanto la velocidad como la intensidad de la música
influyen altamente en el ritmo cardíaco; de esta manera las melodías que
contienen un aumento de intensidad como es el caso de la música tecno, pueden
llegar a aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco y respiratorio,
mientas que las composiciones clásicas causan un efecto contrario en el
organismo. El estudio publicado por la revista estadounidense Circulation, señala que aplicaciones futuras
entre la música y el sistema cardiovascular puede llegar a ser un tratamiento efectivo para
personas enfermas del corazón.
De esta manera las composiciones con ritmos suaves
conllevan a una respiración adecuada, mejorando el ritmo cardíaco que ayuda a
reducir la presión arterial alta, razón de más para que la Sociedad
Estadounidense de Hipertensión de Nueva Orleans señale que escuchar 30 minutos
de música clásica al día es de vital importancia para las personas que sufren
de esta enfermedad, reduciéndola significativamente.
Así mismo si usted o alguno de sus conocidos sufre
de angina de pecho estable, le contamos que el Ministerio de Salud de Sri Lanka,
en compañía de algunas instituciones medicas de este país, señalan, a través de
una investigación publicada en International Journal of Clinical
Medicine, que la calidad de vida de los pacientes que sufren de esta enfermedad
puede mejorar notablemente si escuchan dos veces al día música clásica.
En la investigación se estudió a 60 pacientes entre los
45 y 65 años que sufrían de una angina estable, a estos se les dividió en dos
grupos, al primero de ellos se les pidió seguir con el tratamiento médico
natural y escuchar un disco de 22 minutos que contenía música clásica india dos
veces al día durante un mes, y al otro grupo se le pidió únicamente seguir al
pie de la letra el tratamiento médico.
Antes de empezar con el tratamiento y luego de finalizar
con éste, se realizó un test validando medicamente a las 60 personas, en este
se hacia una valoración de 8 aspectos: vitalidad, función social, rol emocional, salud mental,
función física, rol físico, dolor y salud general. Al comparar ambos test los
expertos identificaron que el grupo de personas que había seguido el
tratamiento con música clásica contaban con una mejora significativa en la
puntuación del test (Puntuación inicial 54,1 – Puntuación final 75.5) mientras
que quienes habían seguido con el tratamiento convencional en la mayoría de
casos tenían peor puntuación en relación al test inicial, pasando de una
puntuación de 55,9 a 51,2. De esta forma estos test reflejan que la calidad de
vida de los pacientes que sufren de angina de pecho aumenta cuando escuchan música
clásica y que por el contrario disminuye si no lo hacen.
Por otro lado quienes hayan estado sometidos a un trasplante de corazón, deben saber
que ya se han estado haciendo estudios sobre la influencia de la música clásica
en los pacientes que se someten a esta operación.
La revista Journal of Cardiothoracic Surgery
publicó en 2012 un estudio realizado por la Universidad de Teikyo (ubicada en Japón)
en el cual, se demostró que la música clásica ayuda a reducir las posibilidades
de que el corazón trasplantado, sea rechazado.
El experimento que se hizo con ratones, determinó
que la música clásica aumenta las probabilidades de supervivencia proporcionando
mayor tiempo de vida. Esto fue declarado por los científicos luego de que
obtuvieron resultados diversos de supervivencia haciendo uso de distintos
géneros musicales.
En el caso de la música clásica de Mozart y
de ópera mayor de Verdi, un gran número de de ratones sobreviven y pueden
llegar hasta duplicar su tiempo de vida, por el contrario cuando éstos se
encuentran expuestos a música como la de la cantante Enya o a sonidos con
frecuencia constante, el tiempo de supervivencia del animal no muestra ningún
aumento.
De esta manera el estudio liderado por Masanori
Niimi, declaró
que los ratones que escuchan ópera y música clásica producen un mayor número de
células CD4+CD25+ y de citoquinas anti-inflamatorias las cuales regulan la respuesta de defensa
del organismo.
A pesar de que existen evidencias de que la música clásica ayuda a
disminuir las probabilidades de rechazo de un corazón trasplantado, lo cierto
es que este estudio no asegura aún que estos efectos sean iguales en los
humanos.
Sin embargo, según una investigación publicada en la Revista
de Enfermería Cardiovascular, quienes escuchan 20 minutos de música clásica
mientras se recuperan de una cirugía cardíaca, tienen una
ansiedad y un dolor menor respecto a quienes no lo hacen, por lo que tal vez el
estudio realizado por investigadores de la Universidad de Teikyo puede arrojar
resultados positivos en cuestiones de supervivencia en el momento en que se decida
aplicarlo a la vida humana.
La música clásica entonces
parece estar incluida en los medicamentos necesarios para aliviar cuestiones
del corazón, contribuyendo a mejoras en la salud.
*Sonidos ingenuos
Mariana Medina
Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia
Mariana Medina
Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia
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